La interna en la Confederación General del Trabajo (CGT) va tomando forma
a medida que se acercan las elecciones de 12 de Julio próximo. Una interna,
como tantas, por tener el poder de la central más grande que nuclea a los
trabajadores en la Argentina. Moyano y el distanciamiento con el gobierno por
un lado, por el otro, el grupo de los denominados gremios “gordos” y algunos
aliados además de los Duhaldistas Barrionevo y Venegas prometen dar una pelea
virulenta con escalada mediática.
Desde hace unos meses a esta
fecha la relación del camionero Hugo Moyano, titular de la CGT con el gobierno nacional entro en una etapa de
tensión lo que llevo a reacomodar el tablero del sindicalismo en la Argentina,
actor preponderante en el kirchnerismo, por en ende en el Peronismo y en la
vida política nacional.
Ante el distanciamiento con el oficialismo, que tuvo su punto más alto
el 15 de Diciembre pasado en el Club Huracán, donde Moyano dio una muestra de fuerza dejando
frases como "No tengo vocación de bufón", a lo que sumo “hoy
cualquiera es oficialista con el 54%”.
Ante ese escenario no solo
figuras del gabinete nacional salieron a responder en diferentes medios las
declaraciones de Hugo Moyano, en donde reclama los fondos adeudados a las obras
sociales sindicales, el reparto de ganancias con las empresas y una actualización
del mínimo no imponible además de marcar un claro contra punto con la gestión de Cristina Kirchner al tener
declaraciones picantes.
En ese contexto, una de las
alternativas al Moyanismo es el metalúrgico Antonio Caló, titular de la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM) el
cual, según trascendidos, seria visto con buenos ojos por la administración nacional
para manejar la central obrera en lugar de Moyano. Ante esa posibilidad se
fueron tejiendo diferentes alianzas y los voceros de los diferentes sectores no
tardaron en dar a conocer sus posturas a favor y en contra de los postulantes y
del cual los medios y el sector empresarial no se mantuvo al margen de las
discusiones.
Lo cierto es que pase lo que pase
después del 12 de julio está en juego el futuro de la representación obrera,
dato no menor. Sector clave en la política Kirchnerista desde sus inicios. Actor
protagonista en la vida política, quien a pesar de las tensiones supo ser un factor
preponderante en las políticas oficiales de distribución del ingreso, recuperación
de los salarios, paritarias entre otros. Tanto Caló, Moyano o cualquier otro
sindicalista que puje por la conducción gremial deberá tener una conducción
razonable defendiendo el futuro y los intereses de los trabajadores despojándose
de reclamos corporativos que no favorecen a la totalidad de la masa obrera
poniendo en peligro los triunfos obtenidos en esta etapa política argentina.
Mejores condiciones de laborales,
trabajo registrado, reivindicaciones salariales y mejor calidad de vida son reclamos
genuinos que se deberá atender en un contexto de grave crisis internacional. El
Gobierno Nacional, el sindicalismo y las fuerzas políticas deberán tener un
trato especial sobre bases obreras ante un nuevo escenario que se deparara
luego del 12 de julio tras elecciones.
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