Han transcurrieron apenas unos
días de lo que fue, tal vez, uno de los anuncios mas trascendentes en la era
Kirchnerista. La expropiación del 51% de las acciones de YPF que estaban bajo
control de la petrolera Española Repsol. Pero eso es algo que ya lo saben casi
todos. Ahora ¿Qué significa para el
pueblo argentino?
Un hecho político de gran impacto
se materializo de manos de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner al dar
vuelta la pagina para recuperar la soberanía energética perdida en la década del
90. El anuncio oficial propuso tomar el control de la mayor petrolera del país
incorporando las herramientas necesarias al Estado Nacional para el control de
los recursos naturales estratégicos que se encuentran en el suelo soberano del
territorio argentino. ¿Pero que hay detrás de un anuncio de tal magnitud?
Detrás hay una militancia de los
sectores mas progresistas de la política argentina, de los trabajadores del petrolero,
de los pequeños productores, de las organizaciones de base y la política toda
que por mucho tiempo lucharon para que YPF vuelva a ser una empresa de bandera,
esa por la que soñaron General Mosconi, Yrigoyen y Perón entre otros. Por la magnitud
de lo anunciado, porque se intenta cambiar la matriz energética actual y
potenciar nuestro rol estratégico en América Latina y el mundo, es que dimos un paso
trascendente a futuro.
“Luche y Vuelve” fue la consigna
de lucha por años, una lucha que se hizo
realidad cuando la compañera CFK dio a conocer por cadena nacional el proyecto
de ley para expropiar el 51% de YPF y cederla al Estado Nacional y las
provincias petroleras en lo que constituyo un acto soberano ante los grandes
intereses económicos de poder, que desde la especulación financiera y las
maniobras fraudulentas vaciaron nuestro subsuelo y debilitaron las economías
regionales.
Con tamaño acontecimiento, el
Estado, de la mano del Kirchnerismo, nos
convoca para empezar una nueva en la construcción del país. Esa etapa, en donde
el manejo de los recursos estratégicos, el cuidado y preservación del medio
ambiente, la militancia constructiva, el debate inteligente y superador con
todos los sectores de la política deben predominar. Las mismas banderas historias del Peronismo,
el progresismo y las agrupaciones de base.
Por todo lo comentado y ante tal envergadura
de los acontecimientos es nuestra tarea estar a la altura de las consecuencias
para defender una medida soberana y contribuir al crecimiento como sociedad,
sin dejar de lado el análisis exhaustivo y las autocriticas que nos fortalezcan
como sociedad de derecho ante el embate de sectores de gran poder económico, mediático
y financiero que intentaran desestabilizar el rumbo de lo actuado.
Por todo ello, por una verdadera
petrolera de bandera y por consolidación del proyecto nacional y popular es que
debemos leer este hecho político como histórico y luchar para la implementación
total de un nuevo paradigma que afiance la conducción política de Cristina
Fernandez de Kirchner y la del Estado en el rol protagónico que nunca debió
perder.
LUCHE Y VUELVE, NUNCA MENOS
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