Desde el comienzo de la nueva etapa en el Kirchnerismo se
propusieron algunos cambios sustanciales en lo que se denomino “sintonía fina”,
una apuesta que hizo Cristina Fernández de Kirchner en la apertura de la 130º
secciones ordinarias del Congreso Nacional donde delineo algunos aspectos de
los pasos a tomar en el futuro mediato del país. La reforma de la Carta
Orgánica del Banco Central de la Republica Argentina (BCRA)
Desde unos meses hacia acá la
actuación del Banco Central tuvo un
papel preponderante no solo en materia económica y monetaria; lo político
también hizo mella y se puso en escena generando debates y posturas
contrapuestas. Solo por contextualizar se recuerda cuando a fines de 2009
Cristina Kirchner firma el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) creando el
Fondo del Bicentenario, utilización de USD 6.569
millones para el pago de deuda con reservas del Banco Central que devino en la
Salida de Martin redrado (mas info aquí).
Con
el rol del BCRA avocado al crecimiento económico y productivo de Estado
generando previsibilidad y reacción ante futuras crisis financieras se busco la
dotarla de mayor autonomía. El ingreso a la entidad de Mercedes Marco del Pont,
reconocida economista, y el proyecto de Ley de Servicios Financieros generado
por el Diputado Nacional por Nuevo Encuentro Carlos Heller dieron el puntapié
en la discusión postergada.
Los
cambios no solo impulsaban mayor autonomía del BCRA, sino la regulación de las
reservas de libre disponibilidad y herramientas económicas y financieras para logran
mayor liquides con un seguimiento del tipo cambiario en el País. Tras largos
debates el proyecto de reforma sobre la Carta Orgánica llego al congreso. La
reforma cuenta como puntos destacados como la iniciativa para redefinir la función de las reservas de
libre disponibilidad y derogar los resabios de la Ley de Convertibilidad
vigentes en los artículos 4 y 5, que establecen que las reservas en oro y
divisas estaban afectadas a respaldar el 100 % de la base monetaria
teniendo como premisa la estabilidad económica y el crecimiento con la creación
de empleos e incentivo a la producción local.
La objeción desde sectores opositores a la iniciativa se dio
en el artículo 20 de la Carta Organiza donde se permite aumentar los adelantos
transitorios entre un 10 al 20 % de la recaudación (reservas que rondan los 40
mil millones de pesos. Desde los sectores políticos que se oponen junto a
economistas que. Sin embargo desde los impulsores de la reforma se dejo en
claro que no afecta a las reserva de libre disponibilidad como criticaban
algunos economistas, además de obviar que no estarán atadas a la cantidad de
moneda local circulante y si a las transacciones de toda actividad económica
que se realice en el país, En una palabra no se respaldara mas el dinero con
las reservas como proponía artículos de la Ley de Convertibilidad.
Luego de intensos debaten en ambas cámaras
el congreso aprobó las modificaciones (no una nueva ley) en la Carta Organiza
del BCRA dando un cambio de paradigma en el rol de la entidad monetaria ante la
economía argentina, su relación con el mercado cambiario y el fortalecimiento
ante crisis económicas donde el Estado pueda financiar el sostenimiento de la
producción, las sustitución de importación y la generación de mano de obra calificada
para el crecimiento y demanda interna.
Heller defendió la reforma aclarando que "expande la posibilidad de
contar con herramientas anticíclicas" que la entidad puede hacer "en
momentos excepcionales" al Estado nacional y, en todo caso, cumplir
"pagos en deuda pública en pesos".
A lo que sumo, “la carta orgánica tiene al Consenso de Washington como
"marco conceptual, con su lógica neoliberal y monetarista, dejando de lado
cualquier criterio de equidad distributiva".
La ley 26.739
aprobada por gran mayoría ( 142 votos a favor, 84 en
contra y 10 abstenciones) y promulgada por decreto 462/2012
por el Ejecutivo Nacional, dio vuelta la página de un BCRA como apéndice de las
políticas impuestas por los organismos multilaterales de créditos que ataban
las políticas monetarias a las recetas fracasadas del neoliberalismo salvaje.
En contraposición de ello, la actuación de la entidad busca defender al
consumidor ante cambios cíclicos interviniendo en situaciones de abuso sobre el
cobro de comisiones, tasas de intereses y el financiamiento para créditos.
Limita y actúa como ente regulador ante operaciones sin ánimo de generar
escalada inflacionaria como se manifestó desde los sectores más críticos
Marcó del Pont, actual titular de BCRA destacó que
“el crédito dirigido a la inversión de largo plazo es prioritario. Esto tiene
que ver con nuestra preocupación por la estabilidad de precios y las causas
estructurales de la inflación, que residen en el lado de la oferta y el sector
externo y no en la emisión de dinero. Nuestro objetivo es impulsar el
financiamiento a través de adelantos al sistema financiero para la inversión
reproductiva”.
Por el cambio de mirada hacia el
sistema financiero, cambiario, de crédito y especulativo es que esta reforma de
la Carta Orgánica del BCRA es un paso positivo reclamado por el sector mas
progresista de la política argentina, los organismos defensores de los derechos
humanos y demás organizaciones de base, a su vez resistida por los economistas
especuladores y lobistas de las grandes corporaciones. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) con sus viejas recetas y los organismos de crédito. El BCRA
en sintonía con el crecimiento productivo con inclusión social que demanda el
país apostando a la industrialización y el consumo interno como herramientas de
crecimiento.
Es un cambio necesario para una
nueva política inclusiva que profundización del modelo que demando “sintonía
fina” por parte de la compañera CFK. Vamos por el paso correcto y esperamos mas
cambios profundos, apoyando políticas inclusivas. NUNCA MENOS